lunes, 3 de junio de 2019

Libros al pasillo propone "Mañana sin falta"


Justo Vila, maestro y compañero, se jubiló en esta escuela hace muy pocos años y coordinaba el Club de Lectura en el Aula de la Institución Penitenciaria del que mucho hemos aprendido. En la pasada edición de la Feria del Libro de Badajoz presentó su última novela Mañana sin falta.
Estraperlo, racionamiento, postguerra, autarquía, son algunas de las coordenadas en las que se inscribe esta novela que, a través de su protagonista, y un nutrido coro de personajes, nos dibuja la evolución de la sociedad española desde los años posteriores a la guerra civil hasta nuestros días. Desde las secuelas que el enfrentamiento civil dejó en muchos de sus personajes, patentes aún en las décadas de los 60 y 70, hasta el presente lastrado por el boom inmobiliario, la política ineficaz y la corrupción. España es ese país en el que se vive de sueños incumplidos. 
El protagonista de la novela, Dámaso Quintana, funciona como trasunto del propio autor, quien lo trata con absoluta empatía. Emigra a Badajoz, se forma en organizaciones cristianas militantes, se convierte en conocedor exhaustivo de los fondos de la Biblioteca de Extremadura de la que Justo fue director. 

Literatura para disfrutar y, seguramente, hacernos mejores personas, a ejemplo del ya maduro Dámaso Quintana, que, a fin de sostener a sus hijos atribulados por un desahucio inminente, se propuso desfacer el entuerto capitalista robando y llevándose a vender en Lisboa la “Biblioteca de Barcarrota”.
“Cuando Dámaso llegó a su altura, el viejo arañaba el horizonte con los ojos. El muchacho se paró a su lado y resopló, apoyándose en el tronco de la encina seca que remataba el altozano. Luego, al descubrir las luces de la ciudad, que parpadeaban a lo lejos como luciérnagas, se le encendió el ánimo. Sobre ellas crecía un arco violeta. Abajo, el río fluía a ratos airado, entre peñascos de granito, y a ratos manso, formando enormes balsas fronterizas y negras. Cuando el guía inició el descenso, Dámaso lo siguió inseguro. Tan pronto daba un traspiés y se encogía, como se erguía y avanzaba unos pasos, antes de volver a tropezar de nuevo en la inestable maraña de retamas, jaras y abulagas en que se había convertido la bajada.”
Justo Vila, Mañana sin falta. Madrid, Trifaldi, 2019

Por Maribel Apostua, profesora del Ámbito de Comunicación.

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