martes, 29 de abril de 2025

¿Qué me recomiendas?

Seguimos celebrando la semana del libro y queremos recomendaros algunas lecturas que nos parecen interesantes.

“Ensayo sobre la ceguera” de José Saramago.

 Leer a José Saramago es una experiencia muy interesante, porque, no solo te cuenta una historia, sino que te hace pensar profundamente sobre cómo somos como personas y como sociedad. Su forma de escribir es muy curiosa, con frases largas y pocos signos de puntuación, lo que al principio puede parecer raro, pero en realidad te obliga a prestar más atención y a meterte de lleno en lo que está diciendo. Un libro muy recomendable suyo es Ensayo sobre la ceguera, que habla de lo que pasa cuando de repente una sociedad entera se queda ciega. La historia sigue a un grupo de personas afectadas por una ceguera repentina y cómo deben sobrevivir en un mundo que se vuelve caótico y deshumanizado. Es un relato duro, pero profundamente humano. Aunque parece una historia inventada, en realidad es una metáfora sobre cómo muchas veces no queremos ver lo que pasa a nuestro alrededor: la injusticia, el egoísmo, la violencia. Hoy en día, con tantas crisis en el mundo —guerras, desigualdad, desinformación—, este libro tiene un mensaje muy actual. Lo importante es que también muestra que, incluso en medio del caos, siempre hay lugar para la solidaridad y la esperanza. Por eso vale tanto la pena leerlo.

El libro lo puedes encontrar en la plataforma Librarium. Te adelanto una parte de la reseña que aparece allí: “Ensayo sobre la ceguera es la ficción de un autor que nos alerta sobre «la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron».
«Dentro de nosotros hay algo que no tiene nombre, esa cosa es lo que somos.»
"Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego súbitamente. Es el primer caso de una «ceguera blanca» que se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendrán que enfrentarse con lo que existe de más primitivo en la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio.”

 

"La delicadeza" de David Foenkinos.

La delicadeza es una novela corta pero profundamente emotiva escrita por el autor francés David Foenkinos. En ella se cuenta la historia de Nathalie, una mujer felizmente casada cuya vida cambia por completo cuando su esposo muere repentinamente. A partir de ese momento, ella se encierra en sí misma y se dedica solo a su trabajo, sin ganas de volver a enamorarse.

Un día, de manera inesperada, besa a Markus, un compañero de oficina muy diferente a lo que ella o los demás esperarían. Markus no es el típico personaje atractivo, pero con el tiempo logra tocar el corazón de Nathalie con su ternura y sinceridad.

Este libro habla sobre la tristeza, el duelo y cómo poco a poco se puede volver a encontrar la felicidad. Nos habla de lo importante que es seguir adelante, incluso cuando algo muy triste te pasa. De cómo el amor puede aparecer en los lugares y personas más inesperadas. A pesar de tratar temas serios, el autor escribe de forma ligera, con capítulos cortos y momentos que hacen sonreír.

Esta novela la podéis encontrar en la biblioteca de nuestro Centro. Y para los amantes del cine deciros que también está en película
"Nathalie era más bien discreta (la suya era una feminidad suiza, por así decirlo). Había atravesado la adolescencia sin tropiezos, respetando los pasos de cebra. A los veinte años, el porvenir era para ella una promesa. Le gustaba reír, y también leer. Dos ocupaciones que rara vez podía simultanear, pues prefería las historias tristes."


Dos libros más, uno para recordar a un gran escritor que se nos ha ido, Mario Vargas Llosa, premio Nobel en el 2010, y otro para homenajear al ganador del premio Cervantes de este año, Álvaro Pombo.

La Fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa.

Una novela que nos sitúa en la República Dominicana y gira en torno a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, un gobernante que tuvo el poder durante más de 30 años y que fue conocido por su crueldad y control absoluto del país.
El libro combina hechos reales con ficción. Se cuentan tres historias al mismo tiempo: la de Urania Cabral, una mujer que regresa a su país después de muchos años y enfrenta recuerdos dolorosos de su pasado; la del propio dictador Trujillo, mostrando cómo era su vida y su manera de gobernar; y la de los hombres que conspiraron para asesinarlo en 1961.
A través de estos relatos, Vargas Llosa nos muestra cómo funciona una dictadura, cómo el miedo puede controlar a toda una nación y cómo las personas, incluso las más poderosas, pueden ser muy frágiles por dentro.
Este libro, junto con otros del autor, lo podéis encontrar en la plataforma Librarium. 

"Urania. No le habían hecho un favor sus padres; su nombre daba la idea de un planeta, de un mineral, de todo, salvo de la mujer espigada y de rasgos finos, tez bruñida y grandes ojos oscuros, algo tristes, que le devolvía el espejo. ¡Urania! Vaya ocurrencia. Felizmente ya nadie la llamaba así, sino, Uri, Miss Cabral, Mrs. 
Cabral o Doctor Cabral. Que ella recordara, desde que salió de Santo Domingo("Mejor dicho, Ciudad Trujillo", cuando partió aún no habían devuelto su nombre a la ciudad capital), no en Adrian, ni en Boston, ni en Washington D.C, ni en New York, nadie había vuelto a llamarla Urania, como antes en su casa y en el colegio Santo Domingo, donde las sisters y sus compañeras pronunciaban correctísimamente el disparatado nombre que le infligieron al nacer.!

 De Álvaro Pombo os recomendamos La fortuna de Matilda Turpin.

Esta novela nos cuenta la historia de una mujer de clase alta, casada durante muchos años con un profesor de Filosofía y con tres hijos, que después de mucho tiempo dedicada a su familia, decide empezar a trabajar en el mundo de las finanzas donde consigue mucho éxito.
Este cambio en su vida causa problemas en su familia. Su esposo y sus hijos no están muy seguros de cómo manejar esta nueva situación, y cada uno reacciona de manera diferente. La historia ocurre en parte en una casa llamada Lobreña, ubicada sobre un acantilado, que representa un lugar muy importante en la vida de Matilda.
La novela habla de temas como la familia, el trabajo, las decisiones personales y cómo estas afectan a quienes nos rodean. Es un libro que invita a reflexionar sobre cómo llevamos nuestras vidas y cómo afectan nuestras decisiones a las personas que queremos.

—Me alegro de que al final te hayas decidido a quedarte —comenta Antonio, al volante, metiendo la directa para enfilar el primer tramo de la carretera hasta Lobreña, donde comienza la serpenteante comarcal que conduce por fin al último tramo, el camino vecinal nunca asfaltado en condiciones, que lleva al Asubio, la alta finca acantilada de sir Kenneth Turpin, el padre de Matilda.
—¿Estará Emilia a gusto? —pregunta Juan Campos, sentado junto a Antonio Vega en el asiento delantero del viejo Opel Senator.
—Se aclimatará seguro Emilia. Lo que no sé, si tú...
—Yo me apañaré.
—Algo más que eso hará aquí falta. De sobra lo sabes. Esto es de verdad salvaje y más ahora con el invierno encima.

Esperamos que está selección os haya gustado. Como siempre desearos buena lectura. 

viernes, 25 de abril de 2025

¿Leer? ¿Para qué?

Nuestro compañero Manuel García Torrado nos deja su elogio del libro en forma de poseía. Espero que os guste.

¿Leer? ¿Para qué?

Leer para conocer un sueño

de alquiler que no tuvo dueño.

Leer para aprender cosas nuevas

aparte de las de la escuela.

Leer para conocer el mundo:

su presente, su pasado y su futuro.

Leer por el placer de hacerlo, 

como quien chupa un caramelo.

Leer libros, periódicos y revistas

mientras esperamos en el dentista. 

Leer para ser de mayores

educados ciudadanos con valores.

Leer para mostrar a otros

lo que se puede aprender de pronto.

Leer libros a cualquier edad

permite seguir siendo intelectual.

Porque leer nunca se lee lo bastante

por mucho que se haya leído antes.

                                                            M.G.T.

miércoles, 23 de abril de 2025

Libros compañeros de viaje


Hoy, como todos los 23 de abril, conmemoramos la muerte de Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega y celebramos el Día Internacional del Libro.

En esta ocasión, la escritora Pilar Galán Rodríguez ha sido la encargada de dar protagonismo a los libros con la lectura de "Palinodia o retractación".

Avuelapluma
“Un escritor no es más que una persona que va por la vida con los ojos abiertos”

Licenciada en Filología Clásica por la Universidad de Extremadura, y profesora de enseñanza media en Cáceres, Pilar Galán (Navalmoral de la Mata, 1967) ha publicado numerosos libros, tanto de cuentos como novelas y obras de teatro; una amplia trayectoria literaria que se le ha reconocido con múltiples premios, y que continúa con nuevas publicaciones, como su última obra, ‘La vida es lo que llueve’, una colección de 32 microrrelatos o narraciones breves.

Palinodia o retractación
Lo siento, pero por su bien no voy a hacer un elogio del libro, ni loa, alabanza, panegírico, apología o enaltecimiento alguno. 
Pronunciaré un vituperio, una crítica, una denostación incluso, para advertencia de aquellos que puedan contagiarse de la enfermedad que yo misma padezco. 
Leer no es bueno. No lean. Los libros ocupan mucho sitio y además acumulan polvo. Hagan como nos aconseja el gurú de moda, agradezcan sus servicios y díganles adiós. No los donen. Solo serviría para seguir propagando un mal más contagioso que la vida. 
Leer cansa, desgasta los ojos. Fíjense en Borges, o en los copistas, ciegos todos. 
Leer provoca miopía. Uso gafas desde los seis años, por algo será. A cambio, tengo una forma distinta de mirar el mundo, de convertirme en otra para contarlo, pero a quién le interesa ser otro si bastante tiene con ser uno mismo. 
Olviden eso tan repetido de que los lectores viven mil vidas, nadie quiere acabar como A. Karenina, Lázaro, Melibea o Julieta. Y qué me dicen del pobre don Quijote: “yo sé quién soy, y sé que puedo ser […] todos los Doce Pares de Francia, y aun todos los nueve de la Fama...” como si no le bastara ser una sola persona para cargar el peso de su locura. 
Leer es de niños o de jóvenes, no de personas maduras. Miren lo que les pasa a los de mediana edad cuando leen. Alonso Quijano frisaba los cincuenta, por ejemplo. 
Leer cansa, los libros suelen ser largos y están llenos de descripciones innecesarias. Al Quijote, por volver a él, ya que es su día, le sobran muchas páginas, las que van desde en un lugar de la Mancha hasta se murió cuerdo. Si todavía lo redujeran a frases cortas, las pusieran en tazas o en las redes, algo ganaríamos. 
Mejor sean breves y directos. Hagan vídeos de Tik Tok o escriban sin haber leído nada. No se empapen de tradición, para qué. Crean que los caligramas los ha inventado su vecino del quinto, y que nada está contado salvo lo que ustedes quieran contar. Yo, mí, me conmigo. No aprendan más pronombres. No vean el mundo con otros ojos que no sean los suyos. Sean sus propios narradores omniscientes. Sean sobre todo su personaje principal. 
Hagan lo que hagan, no lean. No escuchen otras voces que susurren en su oído. El carpe diem lo han inventado ustedes, como el tempus fugit o la flamma amoris. Horacio, Góngora y Virgilio no son nada. No aprendamos de los grandes, la grandeza siempre ha sido relativa. 
No crean que se lee en defensa propia o para entender el mundo. Si el mundo no les gusta, no intenten cambiarlo. Cambien ustedes. O cierren los ojos y quédense dormidos. Si uno duerme, no le pasa nada. Pregúntenle a Hera por qué durmió para siempre a los hijos de Cidipe. 
Desocupen sus estanterías. Contraten al cura y al barbero del donoso escrutinio o a cualquier influencer que les aconseje cómo llenar su casa vacía, sus manos vacías, su mente, también vacía. 
No compren libros. Tengan cuidado. Ha habido casos en que el libro ha saltado sobre un cerebro desprevenido y lo ha invadido. Sáquenlos de las mesillas y guarden ahí sus pantallas, sus pastillas, su móvil y duerman sin sueños, sin aventuras, sin pesadillas que les ayuden a sobrellevar la pesadilla en que se ha convertido la realidad. Sobre todo no usen la ficción para comprender una realidad que cada vez más parece inventada.
Cierren los ojos y dejen el mundo fuera. No los abran, luego es difícil cerrarlos si uno se acostumbra a tenerlos abiertos. 
No tengan amigos, no se dejen acompañar por un escudero fiel, un criado gracioso, una reina y un sombrerero o un niño que no quiere crecer. No se enamoren de Pepe el Romano, no persigan ballenas, no acompañen a Daniel el Mochuelo ni se tomen un café con doña Rosita o ardan en amor en ciudades amarillas como plátanos. 
No acaben como yo. Hace mucho que contraje esta enfermedad de la lectura, y siempre he tratado de contagiarla. Soy culpable. Y no solo leo, sino que escribo nuevos libros para seguir propagando este desastre que cada vez afecta a más personas. Yo ya no tengo remedio, pero ustedes sí. 
Por eso, déjennos a los locos a nuestro aire, permitan que sigamos acumulando páginas y hasta leyéndolas, esa osadía. Dejen que tratemos de maleducar a sus hijos contra una sociedad que nos prefiere adormecidos, que sigamos creyendo en la enseñanza y en el inmenso poder de la lectura. 
Dejen que nos vayamos deshaciendo poco a poco en cada línea, en el telar de Aracne, con los rapsodas de Homero que hilaban versos, con el ovillo que nos lleva de Ariadna al laberinto, de las Parcas a la vida, al huso de la bella durmiente, a la princesa y los cisnes, a las capas mágicas, al traje nuevo del emperador y a la voz que se atreve a señalar que el poder va siempre desnudo. 
Dejen que sigamos leyendo, ya no existe cura posible. Cuando las Parcas corten nuestro hilo, nos encontrarán aún en pie, después de vivir mil vidas, nuestro cuerpo dejarán, no su cuidado, serán ceniza, mas tendrán sentido, polvo seremos sí, pero polvo enamorado.
Pilar Galán Rodríguez

Este texto está adaptado a lectura fácil. Clica en la imagen.


“Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, una alma que perdona; destruido, un corazón que llora” (proverbio hindú).